El oro es uno de los metales preciosos más conocidos del mundo. En la tabla periódica se identifica con el símbolo ‘Au’. Se trata de un elemento maleable y dúctil que se puede fundir y puede recuperar su dureza al enfriarse. Por esta razón, se utiliza mucho para la fabricación de diferentes objetos industriales, comerciales y de decoración. En lo que respecta a su apariencia, es un metal brillante y amarillento.

¿Qué es el oro puro?

Este metal precioso se encuentra en la naturaleza en pepitas y motas, con frecuencia adheridas a otros metales. Fue el primer metal que emplearon los seres humanos para la fabricación de objetos rituales, joyas y adornos. Con el paso del tiempo, se ha convertido en símbolo de valor, esplendor y pureza.

Es interesante conocer cuáles son las principales características del oro desde el punto de vista de la química y la física. Lo primero que hemos de tener en cuenta es que no se oxida al contacto con el agua y con el aire. Además, permanece inalterable con el paso del tiempo y resiste bien la acción de los ácidos.

La temperatura de fusión del oro es 1063 grados, y en estado puro es un metal blando. Lo que se hace para que tenga mayor resistencia es combinarlo con otros metales de aleación.

Aleaciones

En joyería existen siete aleaciones de oro, cada una con unas características concretas. El oro amarillo, el más conocido de todos, se compone de: 75 % oro, 12,5 % plata y 12,5 % cobre. Por su parte, el oro rojo está compuesto de 75 % oro y 25 % cobre.

También existe el oro rosa, formado por 75 % oro, 20 % cobre y 5 % plata. El oro blanco es producto de 75 % oro, 16 % paladio y 9 % plata. Otra de las aleaciones es el oro gris, fabricado con un 75 % oro, 15 % níquel y 10 % cobre.

En cuanto al oro verde, es una combinación de oro (75 %) y plata (25 %). Y, por último, tenemos el oro azul, una aleación de 75 % oro y 25 % hierro.

Claves para reconocer el oro puro

En la gran mayoría de casos, las piezas de oro cuentan con una marca que indica cuál es su pureza. El test de la densidad es el más empleado para saber de cuántos quilates es la pieza, y para llevarlo a cabo se necesitan los siguientes materiales: un recipiente, una balanza pequeña y agua.

El test del imán también es muy útil. Para realizarlo es necesario tener un imán de neodimio, el más fuerte que existe. El oro no es un metal magnético, así que, si es real, no debería acercarse a él.

En Magnolia somos una joyería donde tasamos y compramos oro en el acto. Para cualquier consulta, puedes contactar con nosotros.